El Ministerios de Asuntos Económicos presidido por Nadia Calviño, se adelanta al reglamento europeo sobre la incorporación de blockchain como tecnología para la compraventa de productos financieros. La normativa supone un cambio de paradigma al permitir que las transacciones realizadas a través de blockchain no necesiten de un ente independiente se encargue de las tareas de postcontratación (compensación, liquidación y registro de la transacción).
Hasta ahora, la normativa exigía la separación entre la actividad de negociación y la de liquidación. La primera actividad está limitada a que los interlocutores acuerden qué activos (acciones, derivados, obligaciones…) venden/compran a qué precio. Mientras que la segunda supone aquellas actividades que garantizan el cambio de titularidad, así como el canje del activo por el precio acordado.
La introducción de la tecnología blockchain, a través de esta propuesta normativa, así como su homónima europea va a permitir que la segunda fase, la de postcontratación, sea digitalizada y automatizada. Este cambio permitirá reducir los tiempos en que las transacciones de compraventa se hagan efectivas, así como una reducción de los costes transaccionales.
Esta modificación del paradigma es posible, sin perder garantías, gracias al carácter distribuido del blockchain. Como su nombre indica, esta tecnología, se basa en cadenas de bloques que contienen a modo de diario común, el registro de las operaciones que han realizado los miembros de la cadena. En un sistema con esta tecnología no es necesaria una figura centralizadora de la veracidad, encargada de custodiar dichos datos, pues en los diferentes bloques distribuidos, se contienen múltiples copias de cada uno de los registros. Es decir, que la alteración de una de las copias supondría una incoherencia con el resto de las copias del registro, por lo que en la práctica se imposibilita el falseamiento de los datos.
Si bien en Europa nos encontramos en la preparación de los requisitos legales, en Estados Unidos tenemos el caso real de Credit Suisse que junto al Instinet Nomura realizaron una operación de esta naturaleza con tecnología blockchain, evitando así la intervención de la cámara Depository Trust & Clearing Corporation para llevar a cabo las tareas de liquidación. Esto permitió reducir la duración de la operación de los dos días habituales a unas cuantas horas.
